9 ene 2016

Al diario “L’Indépendant” de Perpiñán lo jubilan como a mi

Cuando en 1977 el diario L’Indépendant de Perpiñán me contrató como corresponsal en Barcelona, tenía la impresión que era una insípida gaceta local que pagaba bien a periodistas como yo, por la razón que fuese. Entonces L’Indépendant vendía 80.000 ejemplares cada día, mucho más que otros diarios de ciudades de dimensiones equivalentes como Girona, Lleida o Tarragona. Ejercía un fuerte liderazgo informativo en el Rosellón y la vecina Aude (Narbona). En contra de mi impresión inicial, me vi sorprendido por la calidad periodística que llevaba aquel diario a tener numerosos corresponsales, así como enviados especiales (tanto redactores como fotógrafos) a cualquier acontecimiento que afectase directa o indirectamente a los intereses roselloneses. En Francia los diarios locales y regionales eran una primera potencia. El diario francés más vendido no es el parisino Le Figaro (320.000 ejemplares
cada día) ni Le Monde (290.000) ni el deportivo L’Equipe (275.000), sino el Sud-Ouest de Burdeos (750.000).
Con la jubilación del propietario Paul Chichet y las desavenencias entre los dos principales accionistas, L’Indépendant (420 empleados, de ellos 60 periodistas) fue comprado en 1986 por el rival de toda la vida, el diario Midi-Libre de Montpellier. Diez años después abandonó la vieja redacción de la calle Emmanuel Brousse donde yo trabajé para instalarse en el nuevo edificio construido en la zona industrial de Ribesaltes, junto a la salida de autopista Perpiñán-Norte. La opción era calcada sobre la que ya había llevado a cabo el Midi-Libre, trasladado también del centro urbano al peaje sur de Montpellier. 
Después de otra batalla entre familias accionistas, el año 2000 el grupo empresarial del diario Le Monde se convirtió en accionista mayoritario del grupo Midi-Libre. La operación incluía al diario de Montpellier (160.000 ejemplares), L'Indépendant de Perpiñán (80.000) y el Centre Presse de Rodez (25.000). En 2007 el grupo Midi Libre vendió estos diarios al grupo Sud-Ouest de Burdeos, quien los acaba de revender al grupo de La Depêche de Toulouse. 
L’Indépendant ya despidió al 21% del personal el año 2011. Ahora, con la entrada del nuevo propietario, 14 periodistas más de la redacción subsistente se han acogido a la “cláusula de cesión” del Código de Trabajo francés, que permite abandonar la empresa con condiciones ventajosas en caso de cambio de propietario. L’Indépendant es hoy una pálida sombra de lo que fue y los primeros en perder son los lectores. 
La absorción de los diarios locales franceses por grupos mediáticos mucho más amplios significa una devaluación de la información de proximidad, de la cultura local y del debate democrático escala municipal. En el diario perpiñanés, aquella supuesta insípida gaceta, acabé por aprender muchas cosas de mi oficio. Mantengo buenos amigos entre los despedidos y conservo un gran recuerdo. Ahora ya no nos reunimos en la redacción, sino en el bar de la esquina cada primer jueves de mes, como tantos otros jubilados forzosos de la mirífica globalización.(Foto Esteve Valls)



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